Diario De Sancho Panza

Yo soy Sancho, el fiel escudero de Don Quijote,
y en este blog les cuento todas las aventuras
que pase con mi amo. Son muy interesantes.
Espero que les guste!

sábado, 12 de febrero de 2011

Capitulo 16

Mi amo y yo seguimos hablando en el camino, hablamos mucho pero no de mucho, lo de siempre las loqueras de Don Quijote, de que el queria tener muchas mas aventiras de las que ya ha tenido. Y mas porque venia contentisimo y animadisimo despues de haber ganado esa batalla. Sin embargo es obvio que yo ya estoy acostumbrado a sus loqueras y su forma de pensar, ya que me queda, pero yo iba feliz de que el estuviera contento y de que estabamos hablando y llevandonos tan bien. En eso, como ya lo he dicho antes, no todo siempre tiene que ir bien, justo cuando estoy feliz y siento que las cosas van a sali bien algo malo sucede. Nos encontramos con un hombre, se veia un buen hombre. Nos dijo que se llamaba Diego de Miranda, y como lo pense, si era un buen hombre, al parecer era un hombre rico que se entretenia con las buenas obras. Si una buena persona pero si antes dije que no todo siempre estaba bien es porque Don Quijote le pidio que nos acompañara en el camino, y a mi me dio mucha verguenza porque a como es este hombre de loco saber en que lo iba a meter o de que le iba a ir hablando. Pero por dicha todo en el momento iba bien, solo le pregunto acerca de la familia y cosas de la vida del señor. Ellos dos iban mas adelante asi que yo no pude escuchar mucho solo espero que no le haya estado hablando de cosas raras, aunque es muy probable que se puede esperar de este hombre. Yo iba tranquilo, aunque un poco preocupado por eso, pero de por si solo le podia hablar de cosas extrañas porque ibamos en el camino, nada malo podia pasar. Me calme con ese pensamiento y me quede pensando en mi familia como siempre, la razon de porque estoy aqui, ya quiero que todo esto termine para que Don Quijote pueda cumplir su promesa y yo pueda volver con mi familia, me distraje tanto pensando en eso que no me di cuenta que a lo largo del camino se acercaba un carro como lleno de banderas o cosas raras, en ese momento supe que Don Quijote ya iba a hacer una locura, yo ya no queria pasar por mas de esas y menos ahorita con este hombre tan decente que nos encontramos.

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